Informe de trabajo decente en el Perú 2019 – 2022

¿Qué tan decente es el trabajo en el Perú?

Una mirada desde los datos 2019–2023

En los últimos años, hablar de empleo en el Perú es también hablar de desigualdad, inestabilidad e informalidad. El reciente informe elaborado por PLADES y Perú EQUIDAD, titulado Trabajo decente en el Perú 2019–2023, revela una realidad preocupante: la mayoría de las personas que trabajan en el país lo hacen bajo condiciones que no cumplen con los mínimos estándares de un trabajo digno.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el trabajo decente es aquel que ofrece oportunidades para acceder a un empleo productivo, con ingresos justos, seguridad en el lugar de trabajo, protección social para las familias, y mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social. Pero en el Perú, solo una minoría vive esta realidad.

Informalidad y contratos precarios

Uno de los problemas más graves es la informalidad laboral, que se mantuvo por encima del 70% entre 2019 y 2023. Esto significa que 7 de cada 10 trabajadores no tienen acceso a derechos básicos como seguro de salud, pensiones, vacaciones ni estabilidad laboral.

En el caso de los trabajadores asalariados, en 2023 apenas el 27% tenía un contrato indefinido. El resto, en su mayoría, laboraba con contratos temporales o sin contrato alguno, situación que refleja un mercado laboral profundamente inestable y poco protector de los derechos laborales. Esto genera no solo incertidumbre económica, sino también emocional y familiar.

Ingresos insuficientes y pobreza en aumento

El ingreso mensual real promedio ha caído más del 10% respecto al 2019, lo que ha contribuido al aumento de la pobreza. En 2022, el 29% de la población vivía en situación de pobreza, según cifras oficiales. A pesar de algunos indicadores que muestran recuperación económica tras la pandemia, los beneficios de esta recuperación no se han traducido en mejoras concretas para la mayoría de los trabajadores.

Desigualdad persistente y brechas estructurales

El informe también muestra cómo las desigualdades siguen marcando el acceso al empleo decente. Las mujeres, los jóvenes, los pueblos indígenas y los habitantes de zonas rurales tienen muchas más dificultades para encontrar un trabajo digno. Las brechas salariales, la discriminación y la concentración de oportunidades en los centros urbanos siguen siendo barreras estructurales que el país aún no ha logrado superar.

¿Qué se necesita para un verdadero cambio?

Desde PLADES y Perú EQUIDAD, se propone una agenda de transformación urgente:

  • Fortalecer el rol del Estado como garante de derechos laborales.

  • Implementar una fiscalización laboral efectiva y descentralizada.

  • Impulsar políticas públicas inclusivas y con enfoque de derechos.

  • Promover la sindicalización y el diálogo social.

Porque trabajar no debería significar sobrevivir. El trabajo decente es un derecho humano, y avanzar hacia él es una tarea que nos convoca a todos: Estado, empresas y sociedad civil.

Encuentra el informe completo haciendo clic aquí

Plades
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